Cultivar de forma armónica y adaptada a la edad todos los componentes de la persona humana: intelectivos, volitivos, religiosos, sociales, afectivos, físicos y sexuales.
Favorecer la educación personalizada como respuesta a las posibilidades de crecimiento y maduración de cada alumno.
Impartir una formación activa por la que el alumno entre en contacto con la realidad que estudia, la interprete, la cree y pueda expresarla a sus semejantes.
Estimular su creatividad, capacitándole en la responsabilidad personal y de trabajo en equipo, para que realizándose, ayude a la sociedad en que vive.
Formar el espíritu activo en los cambios, en la tolerancia y flexibilidad ante las transformaciones, según las exigencias de los tiempos y de los grupos humanos.
Ayudar al alumno a descubrir sus aptitudes y limitaciones y ofrecer también los servicios necesarios para su orientación vocacional y profesional.
Utilizar en nuestra pedagogía los medios de comunicación y enseñar a usarlos con sentido crítico.
Educar para el ocio y tiempo-libre como medio de conseguir la armonía del cuerpo y del espíritu.
Preparar al educando para insertase en el mundo tecnológico, con sentido cristiano de la vida.
Promover un aprendizaje basado en el interés y la motivación constante, sin excluir el esfuerzo personal en el trabajo individual y de grupo.
Orientar a los alumnos según sus capacidades, aptitudes e inclinaciones para realizar su proyecto de vida en la sociedad y desde ella, comprometerse en la construcción de la fraternidad humana.
Buscar que el alumnado se sienta feliz en su trabajo, en las relaciones con los profesores y compañeros en todas las actividades que constituyen la vida del Centro.